jueves, enero 08, 2009

UN PACTO CORPORAL DE BUENA VOLUNTAD...


Hasta que sobrevino la calma y cubrió mi tempestad, días amables te diré, lo fueran o no, qué importaba eso.
Lo importante era creer, nada del otro mundo, cuando no se está en este.
Así me reconcilié en una noche con mi soledad, conmigo misma, con el mundo, sin ofrecernos ninguna garantía.
Un pacto corporal de buena voluntad, entre almas solitarias, una solución de emergencia para un problema insoluble, inutilmente, perfecta, hasta en la aceptación de su inutilidad; nos despedimos, como buenos amigos, que no esperan encontrarse de nuevo deseándolo, una de esas personas que se retiran, en cualquier caso a tiempo, a buen tiempo... para que al menos eso no se retire.......

No hay comentarios.: