martes, mayo 17, 2011

DE LIBERTAD SENTIMENTAL


La única ruptura que parece insuperable es la primera, si pudiste superar esa, se puede superar cualquier otra, recuerdo la primera vez que me terminaron; parecia como si fuese el único hombre del planeta al que podría amar, que no existía ningún otro a quien le pudiese entregar todo lo que fuí capaz, pero con el tiempo a medida que pasaban los años me dí cuenta de lo equivocada que estaba, es algo que nos pasa a todos, es algo que te pasó a ti, a tu mejor amig@, a tus ex's y hasta a tu pareja actual, sin embargo, cuando somos ya más maduros, tal vez, lo que nos reste aprender sea otra cosa, probablemente, nos falte darnos cuenta de que la suerte es a menudo una consecuencia natural del optimismo, del valor y de las ganas de vivir y no al contrario, o tal vez, nos falte aprender a cerrar de una vez la puerta, al menos momentaneamente, incluso de un fuerte portazo, para poder abrirla después.
El mundo se divide entre dos tipos de mujeres: las que dan consejos y las que los reciben, en el primer grupo existen dos más: las que odian a los hombres y las que no, en realidad no hay duda de que esas mujeres tenga el derecho a odiar a uno, tres o hasta diez hombres en concreto, pero no a todos los demás, para darse cuenta de ello basta con hacer una pequeña reflexión tan sencilla como la de recordar cúantas amigas nos han fallado a lo largo de nuestra vida y cómo, pese a ello no odiamos a todas las mujeres. El argumento de las mujeres que odian a los hombres es que si una mujer necesita a un hombre, si se habre a él, si le demuestra todo su amor, él se marchará porque es algo fácil de recibir y no se valora en el momento en que se deviera, es así, no hay vuelta de hoja, ha ocurrido por siglos, no hay nada que hacer. No siempre se tiene la razón con respecto a esto último, pensar que si una mujer ama a un hombre éste va a abandonarla es condenarse a vivir sin amor, por esa razón la próxima vez que recibas uno de esos dardos envenenados en forma de recomendación házte un favor a ti misma y recuerda que niguna mujer despechada tiene derecho a decirte lo que debes hacer. Acepta consejos, pero aceptalos solo cuando coincidan con lo que en el fondo tú ya sabes en tu interior.
El amor no se mide unicamente por el rasero, del compromiso, pese a que todos nos sentiriamos mucho más seguros si así fuera. Basta con echar un vistazo al rededor para darse cuenta de que el mundo esta lleno de personas atrapadas en relaciones desgraciadas. Hombres y mujeres que se pregunta si fuera de sus vidas el mundo les tiene algo diferente, pero que no tienen el valor necesario para salir y averiguarlo. La mujer para esos hombres y el hombre para esas mujeres es sólo un seguro, un soporte, una amarga tabla de naufrago. Perder a un hombre que se ama profundamente, es muy doloroso, pero no querer al hombre que se tiene al lado o quererle y no ser correspondida con algunos mínimos gesto, creanme es muchisimo peor... mientras tanto las mujeres debemos cuidar muy bien nuestras finanzas, porque sin independencia económica, no existe libertad sentimental...

1 comentario:

Rubén Sanz dijo...

Amar es mirar juntos en la misma dirección
http://byebyemadame.blogspot.com/