sábado, julio 18, 2009

Sí, ella ya lo sabía...


Tal vez había actuado mucho; admitía que alguna de esas acciones se fundaban en el miedo. En otras palabras, si hubiera tenido más confianza en el poder de su propósito, no habría necesitado hacer tanto.
Pero tenía que hacer algo, y lo que ella hizo, siempre estuvo basado en una señal inspiradora, desde ese momento en adelante debía estar muy alerta a las señales interiores, a su inspiración, a su intuición y hacer todo lo posible para determinar si es una señal basada en el miedo o en algo más profundo...
Si quiero resistirme a la acción, es indicio de que, probablemente, debo hacerla, se dijo...
Quizás era hora de que esa distancia, que ya existía fuera aún más en aumento; ella debía seguir creciendo como persona y él perturbaba su paz interior; recordó a Brida, la similitud entre ambas, el bosque que solía recorrer, y a su maestro que un día le dijo "que las personas que pasan por nuestras vidas, son como pasajeros por un aeropuerto y que solo se quedan con nosotros y muy pocas veces regresan aquéllas que nos valoran y estiman"; también recordó a álguien de quien se alejó un día por opción propia y que gracias a ello, hoy se establecía una de las relaciones más bellas de amistad....
Hoy era uno de sus mejores amigos, quien siempre la entendía, quien siempre la alentaba cuando creía desfallecer, quien intuía cuando la invadía la pena, quien la retaba por su propio bien, de quien recibía mensajes en fechas importantes... en fin, un buen amigo de esos que esperas no volver a separarte nunca más...
Ahora ella, debía ir en busca de sus emciones, un día habían sido caballos salvajes, que hoy debía aprender a dominar...
Volteó, miró el horizonte, y siguió su camino, internandose en el bosque...

2 comentarios:

Taller de Comunicaciones dijo...

Continuar... esa debe ser de las tareas más "cabronas" que uno no puede evitar.
En las decisiones tomadas siempre hay un arrojo de valentía..., la misma que nos hace merecedores de la felicidad.
Y sabes, las señales siempre siguen estando. Sólo hay que tener disposición de alma para querer verlas...

soledá dijo...

No es tan cabrona, bueno debe ser que se me aflora, la Sabina... debemos tener fe en la capacidad que tenemos de enseñarnos a nosotros mismos... y de crecer como personas...