DE PRONTO...

Empecé a ver todo de un modo diferente, sentí que él me había guíado con todas sus preguntas, pues ya conocía de antemano las respuestas, era yo quíen no debía dejarme agobiar por los problemas, yo la que no debía convertirme en un fantasma o en una persona seria, yo la que debía sentir más afecto por un animal que por una máquina, la que debía dejar de aferrarse al pasado y al futuro y vivir el presente; la que debía olvidar el tener y concentrarse en el ser, la que no debía quedar atrapada en los medios para orientarse hacia los fines y la que debía crecer en el amor para ser feliz.

Él dejó simplemente, que yo descubriera lo mejor de él para que asi, pudiera encontrar, yo, lo mejor de mí.

Había sido un milagro que me había transformado, integramente, en un par de días (lo que duro su estadía en estas tierras). Uno de esos grandiosos prodigios que ocurren sin que nadie los vea, pues así de inmensos y sencillos son los milagros. Lágrimas de felicidad han enturbiado mi alrededor. Esta vez me tocó a mí decir:

GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!!!! aunque él ya estaba muy lejos para escucharme, sin embargo, en ese preciso momento, se dió vuelta y sonrió, aún a la distancia me encegueció el destello de esa luz tan blanca y noté que mi alma sonreía con él.