lunes, noviembre 16, 2009

Y pensé...


Sí continua preguntándome una y otra vez, me volverá absolutamente, loca, lo que una vocesita en mi interior lo tradujo como: absolutamente cuerda; y desistí de a poco... luego animado por mí a seguir pregutando, ya nada podía impedir que siguiera hasta el final; decidí entonces que, como de todas formas el camino era muy largo y monótono, aquella conversación original podía ser una fuente de diversión si en vez de considerar las preguntas como un examen, las tomaba como un juego para entretener el ingenio y es curioso: este cambio de apreciación hizo desaparecer como por encanto la fatiga, encontrándome deseosa y alerta para dar rienda suelta a mi imaginación...

Y así fue, de todas formas no tenía a nadie que perdonar, nada (no se sabe del dolor ajeno) y comprendí, luego, que a la única persona que debía perdonar, era a mí...

Durante un rato ambos parecíamos absortos por la conversación, después de todo, vivir es aprender todo tiene un significado para aquél que lo vive; cuanto más conscientes nos volvemos, más hábilmente extraemos el significado inherente a las cosas que nos pasan, el destino siempre encuentra la forma de hacernos aprender lo que más resistencia nos genera, lo que menos queremos aceptar, ambos sabíamos de lo que hablabamos, mi intuición me indicaba que muy en el fondo de aquellos ojos claros parecía anidar una esperanza y pude percibir que aquél hombre tuvo la misma idea acerca de mí, al fin de cuentas las personas siempre aprendemos de otras... me dije...

2 comentarios:

Karla Alejandra dijo...

Que interesante...
Que sería aquel conflicto mutuo?
Y tienes razón, el destino siempre logra mostrarnos lo que debemos aprender.

soledá dijo...

Somos de la cabeza dura, bueno, a mi me bastó para darme cuenta lo equivocada que estaba y lo libre que he despertado hoy...
PERSONAS QUE APRENDEN DE OTRAS...
BUEN PRETEXTO PARA SEGUIR CRECIENDO
:)
SALUDOS.