martes, marzo 31, 2009

Estaba completamente...


Entregada, todas las fuerzas del mundo penetraban por sus cinco sentidos y se transformaban en la energía que la invadía; se tendieron entre las sábanas y comenzaron a amarse sin miedo porque Dios protege a los inocentes.
Ya no sentía frío, la sangre corría con tal velocidad, que se arrancaron parte de las ropas, no había más dolor, rodillas y espaldas se mezclaban sobre la cama, pero aquéllo completaba e integraba el placer, se quedó en este estado el momento que fue posible, mientras él persibía, aunque fuese de forma muy vaga, que ella estaba haciendo cosas que jámás hiciera antes. Pero era el reencuentro de sí misma con el sentido de la vida, era la vuelta a los jardines del edén, era el momento en que se transformaban en la creación.
De repente, ya no podía seguir controlando el mundo que la rodeaba, sus cinco sentidos parecían querer soltarse, y no le sobraban fuerzas para retenerlos.
Fue descendiendo lentamente, de aquel estado y las imágenes volvieron a aparecer. Pero todo estaba inmerso en una vibración de profunda paz, la paz del universo que, aunque tan solo por unos instantes, pasaba a tener una explicación, había descubierto otro puente, que unía lo visible a lo invisible, y nunca más iba a ovidar el camino...

2 comentarios:

Taller de Comunicaciones dijo...

Recorde con tu texto un haiku:
"De no estar tú, demasiado grande sería el bosque"..

Anónimo dijo...

JOSE EL BOSQUE SIEMPRE NOS QUEDA GRANDE, TARDE O TEMPRANO (OH! ME EMOCIONÉ)
YO RECUERDO:"EN CIERTO MOMENTO, RESOLVÍ IR A DAR UNA VUELTA POR MI BOSQUE, POR LAS PEQUEÑAS CASCADAS , POR LAS LADERAS LLENAS DE HISTORIAS Y SIGNIFICADOS...."
(UN LIBRO QUE AMO)
SOLEDAD