domingo, septiembre 17, 2006

UNA CARTA DE PERDÓN A MI HIJA.

¡No!, mi amor, yo nunca te salvé de álguien, quizás cuando crescas lo entiendas, tú si me salvaste la vida hace 5 años, porque si tú no estuvieras quizás en qué quebrada estaría yo.
Eres el regalo más bello que Dios me dió, no existe un día que no le de las gracias por enviarte a mí, ni día que no exista que me culpe por no elegir un buen hombre para ti, perdón mi princesita, perdón; es lo que no me da tranquilidad y es mi martirio diario, sé que todos nos equivocamos, pero nunca pensé que me fuera a equivocar tanto.
Aún tengo la buena esperanza de que aparezca álguien en tu vida y te borre esa maldita herida, TE AMO, con cada porción de mi alma, y tú bien lo sabes.

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